Terapia acuática en pacientes con artrosis de rodilla: mejoras físicas y percepción subjetiva del tratamiento.

Resumen

La artrosis de rodilla es una de las patologías musculoesqueléticas más frecuentes a nivel mundial y constituye una causa importante de dolor, limitación funcional y deterioro de la calidad de vida en adultos, especialmente en población mayor. Esta enfermedad degenerativa se caracteriza por la pérdida progresiva del cartílago articular, cambios en el hueso subcondral y compromiso de los tejidos blandos circundantes, lo que repercute directamente en la movilidad, la fuerza y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Ante la ausencia de una cura definitiva, las intervenciones terapéuticas se centran en el alivio del dolor, la mejora de la función y la preservación de la autonomía del paciente.

En este contexto, la terapia acuática se ha consolidado como una estrategia de rehabilitación eficaz y bien tolerada. El medio acuático ofrece propiedades únicas, como la flotabilidad, la resistencia controlada y la disminución de la carga articular, que facilitan el movimiento y permiten la ejecución de ejercicios con menor riesgo de lesión o sobrecarga. Además de los beneficios fisiológicos —entre ellos, el fortalecimiento muscular, la mejora del rango articular y el incremento de la resistencia cardiovascular—, se ha observado un impacto positivo en la percepción subjetiva del tratamiento, asociándose con mayor motivación y adherencia.

Comprender la interacción entre las mejoras físicas objetivas y la experiencia percibida por el paciente, resulta esencial para optimizar los programas de intervención. Este estudio explora de manera integral los efectos de la terapia acuática en pacientes con artrosis de rodilla, atendiendo tanto a los cambios medibles en la función física como a la vivencia personal del proceso terapéutico.